A la hora de comprar o vender un activo inmobiliario, es necesario tener todo tipo de garantías de que la operación va a resultar exitosa y de que no hay riesgo alguno con respecto a dicho activo. La mejor opción es auditar la compra para no llevarse luego una desagradable sorpresa.
En este tipo de casos, la mejor es encargar lo que se denomina como Due Diligence dentro del sector inmobiliario. ¿Todavía no sabes de qué se trata? Pues bien, en este artículo lo vas a averiguar.
Qué es Due Dilligence
Due Diligence es una auditoría que se encarga a expertos en el mercado inmobiliario y en los que se pretende dotar de la seguridad jurídica necesaria en cualquier transacción de un activo inmobiliario.
En este sentido, es de utilidad tanto para el comprador, como para el vendedor del inmueble, puesto que se ofrecen garantías como el correcto precio de venta de dicho activo. Asimismo, para el comprador le saldrá útil saber que el inmueble no cuenta con cargas adicionales no estipuladas y que cumple con todos los requisitos para que la venta se realice con total transparencia.
Este tipo de procesos se suelen realizar con el consentimiento de la parte vendedora precisamente por esto último, para ofrecer la mayor transparencia en lo que respecta a este proceso.
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Qué Aspectos cubre el Due Diligence
Ahora, vamos a ver cuáles son todos los aspectos que puede llegar a cubrir la Due Diligence y donde se demuestra que certifica totalmente la transparencia dentro de la operación de la compra de un inmueble.
Auditoría Legal del Inmueble
Los expertos analizar el título de propiedad del inmueble, así como sus principales características en cuanto a dimensiones, se comprueba con el catastro inmobiliario que las dimensiones coinciden.
Otro de los aspectos a resolver, dentro de la auditoría legal, es si el inmueble está libre de cargas o gravámenes. Es decir, si está al corriente de pago en hipotecas, si hay anotaciones de embargo o usufructos. También se valida si hay o no deudas con la comunidad de vecinos o si existen derramas aprobadas que supongan un gasto extra tras la compra o si existe un litigio pendiente que pueda afectar al derecho de la propiedad.
Auditoría Urbanística
La Due Diligence se encarga también de verificar que lel terreno o la vivienda se engloba dentro del plan urbanístico vigentey que cumple con todos los requisitos, además de si existe alguna limitación futura.
Para ello, tiene que recopilar documentos como la ficha urbanística, el libro del edificio o las diferentes actas de ITE. Gracias a la revisión de estos documentos, el futuro comprador podrá saber si el estado del inmueble es el adecuado, pero también de si podría haber algún problema para poder reformar la casa posteriormente.
Pongamos el ejemplo de una casa en un pueblo y que tiene que seguir unas directrices arquitectónicas muy concretas, ese tipo de información debería de quedar registrada.
Este tipo de auditoría debe de reflejar también si cumple con todas las licencias, exámenes técnicos o posibles infracciones de carácter urbanístico, así como la calificación energética del inmueble.
Auditoría Fiscal
El proceso de la adquisición tiene que contar lógicamente con una auditoría fiscal que contemple, con exactitud, todos los gastos de la operación. En primer lugar, se tendrá que conocer el valor del mercado inmobiliario para saber si está sobre un precio habitual o no.
La tasación adecuada del inmueble es un primer paso, pero igualmente hay que saber desglosar cada uno de los costes de la vivienda para el comprador, así como las mejores opciones fiscales para hacerse con el inmueble.
Como puedes ver, el Due Diligence cubre por completo cualquier incertidumbre acerca de la compra de un inmueble.